En el colegio integral 50798 de la comunidad de Huancuire estudian más de 200 estudiantes de inicial, primaria y secundaria. Hasta hace poco estaban relativamente bien, pero después de junio el Grupo Edutec, de Las Bambas, decidió suspender el convenio que permitía hacer mejoras en la institución y pagar un bono a los docentes. A causa de eso, tres docentes ya han renunciado.
Clotilde cursa el quinto grado de secundaria en la institución educativa integral 50798 de la comunidad campesina de Huancuire del distrito de Coyllurqui, de la provincia de Cotabambas (Apurímac). El colegio es un local precario, de aulas deterioradas por el paso de los años, sin acceso a Internet ni señal de teléfono. Huancuire es una de las comunidades de la zona de influencia directa de la mina Las Bambas, de la compañía china MMG.
Después de la suspensión de labores por la pandemia, los chicos volvieron a clases este año. Todo empezó bien porque había un convenio suscrito el año pasado con el Grupo Edutec, operador de la minera Las Bambas, para apoyar en las mejoras del colegio y pagar un bono a los docentes.
Sin embargo, debido a las protestas sociales de junio pasado en contra de Las Bambas, a la que se sumó Huancuire, Edutec decidió poner fin al convenio y suspender el apoyo comprometido. Tres docentes renunciaron porque no estaba garantizada la entrega del bono. “No es justo que no podamos tener docentes ni un buen local educativo, ni un comedor”, dijo Clotilde.
Álvaro Quispe Montañez, director del colegio integrado de Huancuire, consideró que esa fue una represalia de la empresa. “Esto no nos afecta a nosotros, sino a los niños que no pueden recibir una buena educación”.
Por eso la directiva declaró en emergencia la educación en este colegio. “Se ha roto el convenio, no tenemos apoyo de Las Bambas ni del Gobierno. Al romperse el convenio, al no cumplir los compromisos, está perjudicando a los estudiantes y a los maestros. Muchos han renunciado. Estas son las condiciones a las que nos someten, precarias, en mal estado. No podemos hacer nada para mejorarlo”, explicó Quispe.
Son más de 200 estudiantes afectados por la decisión de Edutec de suspender el convenio. Hace poco, los muchachos hicieron un plantón en el local educativo. ¡Profesores renuncian por falta de pago!, ¡queremos Internet para estudiar mejor!, fueron algunas de las frases escritas en los carteles.
El director del colegio Álvaro Quispe Montañez trabaja en Huancuire desde el 2007. Después de quince años, no ve mejoras ni en la infraestructura educativa ni en los sueldos de los profesores, ni en las condiciones de los estudiantes. “Cuando llegué estaba igual que ahora. La empresa y el gobierno no han hecho”. Y todo indica que las cosas seguirán así.
Fuente: Pulso Regional