El Congreso agendó para este 24 de noviembre la aprobación por insistencia de la modificatoria de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que promueve la deforestación ilegal e invalida los derechos de los pueblos indígenas. Así, intentará consolidar la aprobación de una norma que ha sido observada por el Ejecutivo y rechazada por los ministerios de Cultura y Ambiente, y organizaciones indígenas, por sus impactos negativos.
La inclusión de este tema en la agenda del Pleno del Congreso se conoció este mismo 24 de noviembre, día en que la Comisión de Pueblos recibió las opiniones de las organizaciones indígenas sobre el proyecto. Tras ello, la Comisión debía emitir su dictamen técnico. Sin embargo, lo que han hecho en el Congreso es exonerar el debate de la norma en esta comisión y pasarla de frente al Pleno.
Desde el Ministerio de Cultura y Ambiente ya emitieron un comunicado conjunto rechazando tal intención y afirmando que esto vulnera el derecho a la consulta previa de la población indígena. “El proyecto de ley (…) se pretende aprobar a espaldas de la población, en particular de los pueblos indígenas u originarios, quienes no han sido parte del proceso de elaboración y debate del proyecto de ley”, indicaron.
Por su parte, la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) también alertó que la norma se intenta aprobar dejando de lado la opinión de los pueblos indígenas que serían afectados. Desde Aidesep afirman que la modificación de Ley Forestal permitiría prácticas perjudiciales para los bosques y territorios, que serían impulsadas por mafias que buscan invadirlos y generar mayor deforestación.
Asimismo, con la modificatoria se podrían realizar cambios de uso de tierra “legalmente” sin respetar criterios técnicos, haciendo impune el atentando contra los bosques. Además de que se dará “carta abierta y legalizará nuevas formas de ocupación de la tierra, de despojo territorial”, y afectará a los territorios indígenas titulados y de indígenas en aislamiento.
Más temprano, las embajadas de Reino Unido y Noruega en Perú también expresaron su preocupación la posible aprobación de esta iniciativa. “Su aprobación podría aumentar rápidamente la deforestación y perjudicar a las comunidades, socavando sus esfuerzos por impulsar el desarrollo económico y sostenible de la Amazonía”, indicaron.
Fuente: Servindi