Nuevo derrame de petróleo en la comunidad San Pedro de Urarinas.

El apu y monitores ambientales de la comunidad kukama San Pedro de Urarinas, asentada en la ribera del río Marañon, han reportado un nuevo derrame de petróleo en su territorio el sábado 22 de octubre. El crudose ha extendido desde el Km 20 +300 del canal de flotación del Oleoducto Norperuano comprometiendo a las quebradas Sapuchal y Huapapa, además de las cochas Tabacal y Capinurí, fuentes de uso y consumo de la población.

Se trata del segundo derrame que impacta a la comunidad en lo que va del año, el anterior se denunció a fines de marzo. Pero también es necesario recordar que sucesos similares ocurrieron en el 2014, 2016 y 2018.

Debido a las constantes emergencias ambientales desde el 2014, no sólo en San Pedro sino también en comunidades aledañas, el Tribunal de Fiscalización Ambiental del OEFA confirmó en el 2021 una medida administrativa contra Petroperu, donde lo obligaba a ejecutar de manera inmediata un Plan de Rehabilitación Ambiental del canal de flotación del tramo I del Oleoducto Norperuano.

En vez de corresponder a la medida, Petroperú judicializó el proceso para evadir su responsabilidad y hasta el día de hoy no implementa el plan. El incumplimiento de la empresa estatal ha ocasionado que el daño ambiental se vaya acumulando por años volviendo más difícil la remediación del territorio indígena y colocando en una situación crítica a la población.

Los derrames de petróleo son una tragedia ambiental que lamentablemente ha sido normalizada en nuestro país, a pesar del grave impacto que tienen sobre el ambiente y las comunidades aledañas a las zonas impactadas. En ese sentido, el Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís (GTANW) que abarca territorios indígenas de los departamentos Amazonas y Loreto, hizo un llamado a las autoridades del Estado para atender a los afectados por el derrame del 9 de septiembre, sobre el que, según el comunicado de la Nación Wampís, ninguna entidad u organismo del Estado se ha hecho presente.

Los impactos de este tipo de derrames muchas veces son irreversibles. Según Yuri Hooker, biólogo e investigador de la biodiversidad marina, viene estudiando la zona afectada por el derrame en el mar de cerca de 12 mil barriles de petróleo por parte de Repsol. En su perspectiva, limpiar la contaminación del fondo del mar es imposible, lo que implica que no podrían levantarse las prohibiciones para el uso de las playas y reanudar las actividades pesqueras.

Fuente: Observatorio Petrolero, Actualidad Ambiental