El reciente anuncio de que la compañía Coca Cola –responsable de la mayor producción global de plásticos– va a ser patrocinadora de la cumbre climática más importante del mundo, ha generado una serie de críticas de parte de organizaciones ambientalistas por lo que consideran un lavado de cara a la poderosa compañía que solo el 2020 utilizó 2 millones 900 mil toneladas de envases de plástico.
La Conferencia Anual de las Partes sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP27) –que se realizará del 6 al 18 de noviembre de 2022 en Sharm El Sheikh, Egipto– reúne a representantes de gobiernos y la sociedad civil para lograr acuerdos para la reducción de emisiones, mitigación del impacto del calentamiento global y medidas contra la degradación de los ecosistemas.
Para Alejandra Parra, activista de la Alianza Global para Alternativas a la Incineración en América Latina, este “patrocinio es claramente un lavado de imagen, ya que Coca Cola es una de las grandes contaminadoras del planeta con sus envases de plástico que vienen directamente de las petroquímicas”.
El 28 de septiembre los organizadores de la COP27 anunciaron que en asociación con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto, Coca-Cola se sumaba como patrocinador del evento. El Embajador egipcio Achraf Ibrahim, coordinador general de aspectos organizativos y financieros de la conferencia, fue el encargado de presentar a Coca-Cola como proveedor y patrocinador.