Según una reciente encuesta elaborada por la ONG CHS Alternativo, el 14% de las personas entrevistadas en el 2022 sostuvieron que alguna vez en su vida han pasado por una situación de trabajo forzoso. Así lo indicó el director de Políticas y Estrategias de dicha organización, Luis Enrique Aguilar.
«En el país, no son extrañas estas situaciones, las bonanzas económicas que ha tenido Perú durante siglos han estado vinculadas con situaciones de trabajo forzoso, esclavitud, servidumbre o trata de personas; pero en la actualidad, creo que es especialmente la gran cantidad de informalidad que existe en el mercado laboral».
Según diferentes estudios, esta informalidad afecta a, por lo menos, el 71% de los trabajadores. Una realidad que, en opinión de Aguilar, es «fruto de años en los que no se ha podido subsanar una serie de inconvenientes a nivel de legislación laboral». Esta situación supone que se muestre como una de las características fundamentales «el aprovechamiento de las situaciones de vulnerabilidad […]. En el caso del trabajo forzoso, normalmente las personas están buscando un empleo y, ante la imposibilidad de conseguir uno dentro de los parámetros que necesita o quiere, termina aceptando cualquier oferta», subraya.
Aguilar explica que es una situación difícil de abordar desde el Estado, puesto que «entre el 72 % y el 75 % de la población económicamente activa se encuentra en una economía informal y eso hace prácticamente imposible en cualquier país del mundo que pueda haber una respuesta lo suficientemente importante al respecto».
«Por otro lado, estamos hablando del fenómeno de explotación del trabajo forzoso que se relaciona con otras actividades ilegales (…) y en muchos casos actividades que han normalizado el no pagar o no cumplir con criterios de seguridad», añade.
Fuente: RPP