Pueblo shipibo denucnia daños y contaminación que dejó Maple Gas

150 familias de artesanos, pescadores y agricultores de la comunidad nativa Canaán de Cachiyacu, en la región Loreto, se reunieron a fines de marzo para denunciar los daños dejados por la empresa Maple Gas. La comunidad de Canaán se encuentra a 7 horas de viaje en deslizador de la ciudad de Pucallpa (Ucayali). La comunidad carece de agua potable y depende de las aguas de la quebrada Cachiyacu, un afluente del río Ucayali. Sin embargo, el río empezó a ser contaminado por las operaciones del lote petrolero 31-B, afectando esta fuente de agua de la comunidad.

En 1994 la empresa estadounidense, Maple Gas Corporation del Perú, firmó un contrato de licencia con Perupetro hasta marzo del 2024 y asumió la explotación del referido lote. A mediados del 2018, la empresa dejó de realizar sus actividades de producción y, debido a una serie de incumplimientos con la compañia, Perupetro resolvió el contrato en febrero del 2019. La comunidad venía reportando derames del crudo de petróleo de un ducto utilizado para el transporte del mismo. La falta de conocimiento sobre los efectos del crudo provocó que los comuneros inicialmente consumieran aves contaminadas y realizaran las faenas cubiertos con el curdo, lo que le provocaba comezones y ardores en la piel.

Un estudio elaborado por la ONG Earthrights Internacional arrojó que Maple Gas era responsable por la contaminación del agua y ambiente en Canaán de Cachiyacu. El informe consignó además que la empresa había construido ahí una carretera de seis metros de ancho sin realizar un proceso de consulta previa a la población. Las protestas, al amparo del análisis hecho por Earthrights Internacional, obligaron a que Maple Gas se comprometa a ayudar al pueblo shipibo, pero esto no llego a concretarse. La crisis estalló el 8 de julio de 2005 cuando decenas de comuneros tomaron y paralizaron por 24 horas los nueve pozos de la empresa.

Según un reporte de procesos sancionadores a Maple Gas que el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) remitió a la alianza periodística ManchadosXelPetróleo, de julio del 2011 a julio del 2021, hubo al menos 37 eventos por los cuales se iniciaron supervisiones en los lotes 31-B y 31-E. De estos 37 casos, entre los que figuran incumplimientos del compromiso ambiental de la empresa o falta de previsión para evitar derrames de crudo, en 20 el OEFA halló responsabilidad administrativa e impuso medidas correctivas.

La empresa estatal a cargo de suscribir contratos para la explotación de hidrocarburos comunicó a Mongabay Latam que Maple Gas se declaró en quiebra y que, por ello, es responsable del estado en que dejó los lotes, una situación de abandono que Perupetro inspeccionó antes de resolver los vínculos contractuales con la firma norteamericana. Mongabay Latam intentó comunicarse con Maple Gas pero la empresa figura ya en liquidación. En febrero de 2019 se publicó la situación de procedimiento concursal ordinario que inició ante Indecopi. Perupetro puntualizó que en la fecha que se instaló la Junta General de Acreedores, Maple Gas mantenía deudas por más de S/220 millones con diferentes acreedores.

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