El Pacto Climático de Glasgow incluyó un llamado a que las partes (países) impulsen, de manera gradual, la reducción de combustibles fósiles en sus matrices energéticas en un plazo indeterminado. Sin embargo, muchos países vulnerables esperaban que se fijará una eliminación total de los combustibles que son la principal causa del cambio climático que sufrimos actualmente. Países como Arabia Saudita y Australia, que dependen de la industria petrolera, estuvieron entre los principales opositores a que se incluya en el acuerdo final el llamado a la eliminación de los combustibles fósiles.
La COP26 tocó otros temas importantes, como la conservación de los bosques, la importancia de reconocer los territorios indígenas, y la eliminación progresiva de vehículos contaminantes. Sin embargo, son esfuerzos insuficientes. Una investigación presentada durante la conferencia mostró que si se cumplen los compromisos ratificados durante la cumbre climática, la temperatura global podría aumentar en 2,4º C a fines de siglo; cifra que está por encima del límite de 2º C fijado en el Acuerdo de París, y muy lejos del 1,5º C recomendado por los científicos.
En la cumbre se acordó una reducción de emisiones de CO2 a nivel global en 45% para el 2030, y alcanzar el neto cero (igualdad de emisiones y captura de carbono) para mediados del siglo. Adicionalmente, se acordó asumir nuevos compromisos climáticos a final del 2022. Sin embargo, se criticó la cumbre por no establecer compromisos claros sobre los "Daños y Perdidas" que benefician a los países más vulnerables. En ese sentido, los países desarrollados (y principales responsables históricos del cambio climático) no asumieron obligaciones económicas para apoyar a los países en vías de desarrollo.
Para muchas organizaciones ambientalistas, juveniles, científicas, y delegaciones de pueblos indígenas presentes en la reunión; el acuerdo final fue decepcionante. Incluso muchos llegaron a calificarlo de fiasco. A pesar de esto, consideran que es un pequeño avance la mención a la eliminación de los combustibles fósiles.
El cambio climático es quizás la mayor amenaza que enfrenta la humanidad actualmente, causada principalmente por la industria de los hidrocarburos. Como se recuerda, hace unos años se mostró en un estudio que solo 100 empresas han sido responsables del 70% de las emisiones desde 1990. Sin embargo, son las personas más vulnerables las que sufrirán en primer lugar los impactos de esta crisis.
Fuente: Ojo Público, La Mula, The Guardian.