El pasado lunes 8 de noviembre, en varias regiones del país se llevó a cabo el paro de transportistas, a pesar del acuerdo de la semana pasada para dejar sin efecto la medida de fuerza. Los transportistas reclaman por el aumento del precio del combustible y "la inminente alza del precio de los pejes, en 50 céntimos por eje". El Ministerio de Transporte y Comunicaciones, encabezado por Juan Francisco Silva, sostuvo una jornada de diálogo con un equipo multisectorial del Ejecutivo, el pasado viernes 5 de noviembre. Como resultado de esa reunión, la dirigencia nacional de los transportistas habría acordado suspender temporalmente el paro. Sin embargo, en diversas regiones el país los agremiaron continuaron con las movilizaciones.
La convocatoria del paro se hizo conocida tras la revelación de que un grupo de empresarios de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) habría apoyado, incluso de forma económica, la realización de dicho paro con el objetivo de causar desgobierno y promover la vacancia del presidente Castillo.
Los acuerdos logrados por el ministro Silva habían sido muy cuestionados durante el fin de semana, ya que incluía la remoción de las cabezas de dos instituciones importantes en la fiscalización y ordenamiento del transporte: la Superintendencia de transporte terrestre de Personas, Carga y Mercancías (SUTRAN), y la Autoridad Autónoma de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU). También se habría acordado una amnistía de papeletas a las empresas de buses y combis que suman un valor de 53 millones de soles.
Las movilizaciones se realizaron en diversas regiones como Huánuco, Cusco y Lambayeque. En el caso de Cusco se interrumpió el paso en la carretera Interoceánica, mientras que en Huánuco se bloqueó la carretera Central. En Lambayeque un manifestante llegó a ser intervenido por la policía nacional.
Fuente: RPP, Gestión