IMARPE despedirá a ingeniero en represalia por revelar actos de corrupción

Miguel Flores Huamán entregó a autoridades audios que probaban tráfico de información entre servidores del organismo público y empresas de la Sociedad Nacional de Pesquería

El ingeniero hidroacústico Miguel Flores Huamán, con 22 años de labores en el Instituto del Mar del Perú (Imarpe), entregó información a las autoridades sobre el tráfico de información reservada relacionada con la dimensión de la biomasa de anchoveta, en beneficio de empresas que son parte de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP). En función de los datos de Imarpe, el Ministerio de la Producción determina la cuota de pesca de anchoveta. Miguel Flores alertó de que funcionarios de Imarpe inflaron la cifra de la biomasa de anchoveta para favorecer a la industria de la harina de pescado. En lugar de investigar y sancionar a los responsables, durante más de año y medio Imarpe ha hostilizado, amedrentado, acosado a Miguel Flores y le ha dicho que le dará de baja.

Poco antes de que Flores suministrara los audios que dejaban en evidencia el tráfico de información reservada entre servidores de Imarpe y empleados de las empresas de la SNP, la exministra de la Producción Rocío Barrios recibió información sobre irregularidades en la medición de la biomasa de anchoveta para la temporada 2020. Imarpe informó que existían 8 millones de toneladas de anchoveta, cuando en realidad la dimensión era de 4 millones. Pero sobre la base de la información falsa de Imarpe, la exministra Barrios autorizó la cuota de pesca de anchoveta de 2,8 millones de toneladas.

Al enterarse, la exministra inició una investigación interna y, luego de verificar los hechos, dispuso que la Procuraduría de Produce formulara una denuncia penal contra los presuntos responsables. En Imarpe, los implicados creyeron que Miguel Flores era el responsable de la filtración de la información. No sabían que más bien Flores proporcionó audios que confirmaban la información que había recibido la exministra Rocío Barrios.

"A partir de los datos erróneos de Imarpe, Produce autorizó una cuota inflada de 2,8 millones de toneladas de anchoveta. Se supone que esta información era confidencial y que no debió haber salido de Imarpe y mucho menos haberse compartido con las empresas que son parte de la Sociedad Nacional de Pesquería", anotó Flores.

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