Conspiración contra la democracia

La revelación que un grupo de empresarios se viene reuniendo sistemáticamente con el objetivo de vacar al Presidente de la República, Pedro Castillo, no puede pasar desapercibida. El día de ayer, martes 19 de octubre, el medio digital El Foco publicó el contenido de un grupo de WhatsApp donde participaban empresarios miembros de la Sociedad Nacional de Industrias. El grupo, denominado "La Cofradía del Pisco" mantenía reuniones en donde abiertamente discutían el financiamiento de medios opositores al gobierno, así como huelgas y protestas, con el fin último de generar caos y forzar la salida del gobierno.

La revelación que un grupo de empresarios se viene reuniendo sistemáticamente con el objetivo de vacar al Presidente de la República, Pedro Castillo, no puede pasar desapercibida. El día de ayer, martes 19 de octubre, el medio digital El Foco publicó el contenido de un grupo de WhatsApp donde participaban empresarios miembros de la Sociedad Nacional de Industrias. El grupo, denominado "La Cofradía del Pisco" mantenía reuniones en donde abiertamente discutían el financiamiento de medios opositores al gobierno, así como huelgas y protestas, con el fin último de generar caos y forzar la salida del gobierno.

En un sistema democrático los ciudadanos y ciudadanas, como individuos o de forma organizada, pueden tener diversas opiniones; incluso en abierta oposición al gobierno. Sin embargo se cruza una gran línea roja cuando se busca torcer la voluntad popular (expresada en las elecciones) e impedir que las reformas o programas por los que optó la ciudadanía sean aplicados. Esto es aún más grave cuando hablamos de grupos de interés con grandes recursos económicos, como lo son los grandes empresarios que pertenecen a la SNI.

Este grupo no serían los únicos. También ha surgido la asociación "Integridad por el Perú", el cual promueve iniciativas contra la Asamblea Constituyente y a favor de la Revocatoria Presidencial. El presidente de la CONFIEP, Oscar Caipo, pertenecía a dicha asociación hasta el día de hoy, que publicó su renuncia en tuiter luego de revelarse las campañas que la asociación promovía.

Para nadie es una sorpresa que los empresarios no están contentos con el resultado de las elecciones. Ha ganado un programa diferente al de sus intereses y que podría llevar a una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras en el país. Pero bajo ninguna circunstancia se puede validar una salida golpista, que impida a un gobierno elegido democráticamente cumplir con sus promesas electorales.

Esperemos que la fiscalía y las autoridades tomen cartas en el asunto. Las empresas pertenecientes a la Sociedad Nacional de Industrias deberían deslindar y tomas acciones contra sus representantes involucrados en esta conspiración. Nada menos es aceptable.