El Perú se encuentra en el tercer lugar entre los países de la región con mayor número de ataques a defensores del ambiente

Informe anual de Global Witness indica que la situación se agrava año a año

El último informe anual de Global Witness sobre asesinatos a defensores del ambiente ha registrado 227 ataques letales en el 2020, el peor registro desde que se inició el reporte en el 2012. El informe admite la probabilidad de un subregistro, debido a la dificultad de registrar los casos en muchas partes del mundo.

El reporte reveló además una afectación específica contra las mujeres defensoras, quienes no solo se enfrentan a los mismos peligros que sus pares hombres, sino que además sufren de violencia específica por su condición de género, como la violencia sexual o la estigmatización a través de campañas difamatorias. Un grupo especialmente vulnerable ha sido la población indígena, que ha sido blanco de más de un tercio de los ataques. En el caso peruano, 5 de los 6 asesinados durante el 2020 pertenecían a diversos grupos étnicos amazónicos.

De todos los asesinatos registrados, tres cuartos se encontraban en América Latina, con Colombia, México y Brasil registrando el mayor número de crímenes. El Perú se encuentra como el tercer país con mayor número de afectados en sudamérica, registrando un trágico incremento en los últimos años, de la mano con el aumento de actividades ilícitas en la amazonía, como la tala o minería ilegal, el tráfico de tierras, y la disminución de la presencia del Estado con la pandemia del COVID-19.

Frente a esta situación la relatora de la ONU, Mary Lawlor, indicó que es tarea del nuevo gobierno peruano poner fin a ataques e inmunidad contra defensores de derechos humanos. Estas declaraciones las dio como parte de su participación en el Foro "Protección de los defensores/as de la tierra, el territorio y el medio ambiente: Recomendaciones para Perú". Ella también indicó que es fundamental que el gobierno mantenga una línea de diálogo con los defensores, para garantizar que mecanismos como el Protocolo de protección para personas defensoras de DDHH se vuelva un mecanismo efectivo.

Fuente: Oxfam, Red Muqui