Los familiares de Alex Gensollen Vera Tudela, de 38 años de edad, denunciaron que su familiar falleció el pasado martes 14 de septiembre tras una extraña intervención en los interiores de la tienda Oechsle, en el centro comercial Real Plaza Primavera, ubicado en el distrito de San Borja en la ciudad de Lima. Según la hermana de la víctima, Gensollen presentaba lesiones, contusiones y un edema cerebral.
Ese día Gensollen habría ingresado a la tienda Oechsle a las 9:53 pm, minutos antes del cierre de la tienda. En ese momento fue intervenido por cinco agentes de seguridad. En sus declaraciones ante el 21 juzgado de Investigación Preparatoria, los agentes confesaron haber sido partícipes en la intervención. Los agentes pertenecían a las empresas de seguridad I.SEG y Liderman. Queda determinar en el proceso cuál fue la participación específica de cada uno.
Los videos de seguridad confirman que el fallecido ingreso poco antes de las 10 pm y que fue intervenido por los miembros de seguridad, quienes sujetaron sus brazos y piernas con pasadores. Mientras Gensollen estaba atado y tendido en el piso, uno de los agentes habría colocado uno de sus pies sobre el cuello. La fiscalía ha dictado prisión preventiva para los cinco detenidos por un periodo de seis meses.
La autopsia determinó que la muerte se produjo por un edema cerebral y pulmonar. Los investigadores presumen que el joven murió por los golpes recibidos durante la intervención. Durante la audiencia policial se pudo apreciar el video de la intervención. Quienes estuvieron presentes calificaron la escena como atroz.
Tanto Oechsle como Real Plaza presentaron comunicados lamentando el fallecimiento de Alex Gensollen e indicando que están a disposición de la fiscalía y la PNP. El director de operaciones de I.SEG, Gonzálo Isasi, indicó que a Gensollen inicialmente se le invitó a salir, siguiendo con su protocolo. Por su parte, la empresa Liderman indicó que si se evidencia el incumplimiento de sus protocolos asumirán la responsabilidad y tomaran medidas disciplinarias.
Fuente: La República