La vida no es un bien reemplazable

Esta semana todos hemos sido testigos de la inexplicable intervención y fallecimiento de Alex Gensollen en las instalaciones de la tienda Oechsle, en el centro comercial Real Plaza de San Borja, Lima. Gensollen habría fallecido producto de los golpes y torturas a las que fue sometido, tras la intervención de cinco agentes de seguridad de las empresas I.SEG y Liderman. Las empresas involucradas han lamentado lo sucedido, y han anunciado que de determinarse su responsabilidad tomarán las medidas correctivas necesarias. Sin embargo, ninguna de esas medidas devolverá la vida de Alex Gensollen. La vida de una persona no es un bien reemplazable, que pueda ser restaurado o reparado económicamente.

Esta semana todos hemos sido testigos de la inexplicable intervención y fallecimiento de Alex Gensollen en las instalaciones de la tienda Oechsle, en el centro comercial Real Plaza de San Borja, Lima. Gensollen habría fallecido producto de los golpes y torturas a las que fue sometido, tras la intervención de cinco agentes de seguridad de las empresas I.SEG y Liderman. Las empresas involucradas han lamentado lo sucedido, y han anunciado que de determinarse su responsabilidad tomarán las medidas correctivas necesarias. Sin embargo, ninguna de esas medidas devolverá la vida de Alex Gensollen. La vida de una persona no es un bien reemplazable, que pueda ser restaurado o reparado económicamente.

Lamentablemente en nuestro país muchas empresas actúan como si la vida fuese una mercancía más a intercambiar, especialmente cuando el "valor" de esa vida lo pueden descontar de los "gastos" que deben invertir para garantizar la seguridad y salud, tanto de sus clientes o trabajadores. No es la primera vez que por negligencia o porque las empresas buscan recortar gastos, la vida de las personas ha sido puesta en riesgo, o se han tenido que lamentar muertes innecesarias.

También en estos días el INDECOPI nos recordó el trágico incendio de un bus en el terminal de Fiori que llevó a la muerte a 17 pasajeros. La empresa de transporte, Inversiones Sajy Bus S.R.L ha sido sancionada por 3,3 millones de soles, por haber "expuesto a un riesgo injustificado a los pasajeros del bus". El sistema de aire acondicionado de dicho vehículo se encontraba en mal estado, lo que llevó al cortocircuito que causó el incendio. La vida de 17 personas a cambio del "ahorro" en mantenimiento.

Tampoco podemos olvidar el caso de Alexandra Porras y Carlos Campos, pareja de jóvenes de 18 y 19 años respectivamente que fallecieron mientras limpiaban un establecimiento de la empresa McDonals. Los jóvenes eran explotados y tenían turnos de hasta 12 horas, según aseguró la madre de Porras. Los jóvenes fallecieron tras encontrarse con cables expuestos de una maquinaria mientras trapeaban el piso.

A estos casos se sumó el día de ayer el accidente laboral ocurrido en el reality show, Esto es Guerra, producido por América TV; en el que uno de los concursantes, Elías Montalvo, cayó desde una altura de 40 metros luego de romperse la línea de vida que debía protegerlo de la caída. La SUNAFIL anunció rápidamente que investigaría el caso.

Todas estas son situaciones inaceptables en cualquier sociedad. Cualquier persona tiene la expectativa mínima de que su vida no esté en riesgo al hacer uso de las instalaciones o servicios de cualquier empresa. Se trata de una responsabilidad mínima esencial, sobre la cual no se necesita una ley para hacerla evidente. En el caso de los trabajadores y trabajadoras, ellos también tienen el derecho a por lo menos contar con un seguro de salud y seguridad en el trabajo; y que la empresa tomará todas las medidas para evitar riesgos innecesarios, incluso para empleos que conllevan un riesgo inherente. Los ciudadanos y ciudadanas de este país no podemos esperar nada menos.