El pasado domingo 29 de agosto, el programa Sálvese Quién Pueda que se transmite a través de redes sociales, denunció la existencia de un esquema de vacunación en la clínica privada San Pablo, ubicada en el distrito de Surco, en la capital. El reportaje, realizado por Heidy Grossman, indicaba que en la mencionada clínica se estaban vacunado a adolescentes entre 12 y 17 años que hubiesen tenido una primera dosis de la vacuna Pfizer en el extranjero, lo que no está contemplado en el plan de vacunación nacional. Según la normativa del Ministerio de Salud (MINSA), solo es posible vacunar a los jóvenes que esten considerados en algún grupo de riesgo por alguna enfermedad grave. En ninguna parte se contempla aquellos que hayan podido realizar una vacunación parcial en el extranjero.
Los jóvenes beneficiados pertenecían a las clases más pudientes de la capital, habiendo tenido los recursos y el privilegio de viajar al extranjero para realizar una vacunación. De esta manera, vacunas que debieron ser priorizadas para personas vulnerables fue destinado a quienes tienen no solo menor riesgo a desarrollar una enfermedad grave, sino que cuentan los recursos para acceder a una atención temprana y adecuada.
Según el reportaje, la clínica suspendió el esquema de vacunación irregular el pasado martes 24 de agosto, ya que se había corrido la voz entre muchos padres de familia. La encargada de la clínica indicó en el reportaje que eran el único centro que aplicaba vacunas a este grupo etario, pero que tras la consulta la desautorizaron para continuar con la vacunación. La clínica San Pablo emitió un comunicado deslindando responsabilidades, indicando que se dedicaron solo a «brindar la logística, proporcionar un espacio para realizar la vacunación, y facilitar el personal asistencial para la misma». Desde el MINSA, el ministro del sector Hernando Cevallos indicó que no se ha autorizado la vacuna de menores de edad, más allá de los grupos vulnerables. El viceministro de salud, Gustavo Rossel, dijo además que se suspendió toda la vacunación en la clínica.
Fuente: Salvase Quien Pueda, La República