Desde el inicio de la pandemia han sido asesinados 9 líderes amazónicos, lo que indica un preocupante incremento en los atentados hacia los líderes ambientales, en comparación de años anteriores. Según la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos(CNDDHH), entre el 2013 hasta el presente se han reportado un total de 17 asesinatos de defensores ambientales. En este contexto, Ojo Público realizó una entrevista con el representante en América del Sur de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Jan Jarab. El funcionario indicó que se vive una situación crítica y que es necesario que el próximo gobierno mejore la implementación del Mecanismo de Protección de los defensores para salvaguardar su integridad.
Para el funcionario, es importante tener en cuenta que los protectores indígenas del territorio están en la categorías de personas más amenazada en America Latina, ya que existe una importante presión sobre sus territorios para implementar un modelo extrativista o agroindustrial. Esta presión proviene tanto de actividades legales como ilegales, ambas son parte del problema. Los asesinatos son graves, no solo para la víctima y su familia, sino también a la comunidad, ya que desincentiva a otras personas que intenten defender sus territorios de la tala ilegal, minería o el narcotráfico.
También indicó que es muy preocupante el trabajo que realizan las instituciones encargadas de investigar estos casos, que en muchos casos no actúan a tiempo por lo que los crímenes quedan impunes. El estado peruano está construyendo un Mecanismo interseccional para la protección de personas defensoras de derechos humanos, lo que muestra que hay una voluntad de enfrentar el tema. Sin embargo, Jarab indicó que falta mucho para que el mecanismo sea eficaz.
Agrego que es una tarea para el próximo gobierno y que desde la ACNUDH pueden aportar brindando asistencia. El próximo gobierno deberá hacer que el mecanismo de protección a los defensores sea tangible y rápido a nivel policial, así como intervenciones a nivel de las autoridades nacionales, locales e internacionales para respaldar el trabajo de los defensores amenazados. Para que un mecanismo de este tipo sea eficaz, se requiere de un presupuesto que permita activar acciones inmediatas, así como un liderazgo del gobierno nacional. Otro elemento importante es que el gobierno manifieste que apoya el trabajo de los defensores, y que sea considerado como un trabajo esencial en un Estado democrático.