Llegó el momento de un nuevo pacto social que incluya a los trabajadores y los pueblos indígenas

Este domingo los peruanos y peruanas elegiremos a nuestro próximo presidente o presidenta para los próximos cinco años. Esta elección se ha vuelto de transcendental importancia ya que la continuidad o no del modelo económico actual ha sido puesta en cuestión. Era esperable que se produjera una situación de este tipo, dado el impacto que ha tenido la pandemia del COVID-19 en nuestro país que se ha llevado la vida de más de 180 mil peruanos según el informe actualizado presentado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) esta semana. En otras palabras, 1 de cada 200 peruanos ha fallecido producto de esta enfermedad desde que fue detectado el primer caso en marzo del año pasado. Este nivel de mortandad, que nos coloca nuevamente en el primer lugar a nivel global de muertes por habitantes, solo se puede explicar por el nivel de precariedad y desprotección al que nos veíamos sometidos una gran mayoría de peruanos bajo este sistema económico.

Este domingo los peruanos y peruanas elegiremos a nuestro próximo presidente o presidenta para los próximos cinco años. Esta elección se ha vuelto de transcendental importancia ya que la continuidad o no del modelo económico actual ha sido puesta en cuestión. Era esperable que se produjera una situación de este tipo, dado el impacto que ha tenido la pandemia del COVID-19 en nuestro país que se ha llevado la vida de más de 180 mil peruanos según el informe actualizado presentado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) esta semana. En otras palabras, 1 de cada 200 peruanos ha fallecido producto de esta enfermedad desde que fue detectado el primer caso en marzo del año pasado. Este nivel de mortandad, que nos coloca nuevamente en el primer lugar a nivel global de muertes por habitantes, solo se puede explicar por el nivel de precariedad y desprotección al que nos veíamos sometidos una gran mayoría de peruanos bajo este sistema económico.

De una u otra forma, es claro que la situación es insostenible. La pandemia no ha hecho más que desnudar la situación y evidenciar el descontento que ya se había empezado a manifestar hace varios lustros. Es por eso que creemos que es momento de establecer un nuevo pacto social, que sea más inclusivo, y que garantice un equilibrio entre los intereses empresariales, y los intereses y derechos de los trabajadores y trabajadoras, pueblos indígenas y comunidades originarias. Esto no implica, como algunos quieren hacernos creer, la desaparición del sector privado, su expropiación o nacionalización, o la supresión de la libertad empresarial. Se trata por el contrario de el establecimiento de reglas más claras para todos los actores, y sobretodo, brindar al Estado de las herramientas legales y constitucionales para garantizar el cumplimiento de esta normativa.

Este nuevo pacto social deberá garantizar el acceso a un trabajo digno para todas y todas, con acceso a derechos laborales y las protecciones de salud y seguridad en el trabajo que se ha evidenciado son más necesarias que nunca. Asi mismo, deberá garantizar la representación y la protección de los pueblos indígenas de nuestro país, a quienes muchas veces se les busca de desconocer, en particular cuando el ejercicio de sus derechos se opone a la explotación de los recursos naturales de sus territorios. en el mismo sentido debe iniciarse una discusión para el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, y con ella la búsqueda de un modelo de desarrollo en equilibrio con los ecosistemas.

También será importante considerar que nos encontraremos en un contexto de reactivación económica, en el que muchas personas han perdido su empleo o se han visto sumergidas en deudas económicas para poder sobrevivir. Es así que este nuevo pacto social también deberá protegernos de los posibles abusos que se puedan dar en contextos de necesidad. Nunca más deberíamos escuchar historias de personas obligadas a rematar o rifar sus propiedades para pagar la cuenta de una clínica u hospital.

Es necesario equilibrar la balanza y garantizar condiciones de vida equitativas para todos y todas. En ese sentido es necesario revisar los regímenes laborales especiales, que fueron otorgados inicialmente como forma de promover el desarrollo de ciertos sectores por un periodo de tiempo, pero que se fueron alargando con los años. No es aceptable que el desarrollo de un sector industrial se sustente sobre la explotación de quienes trabajan en el. En ese mismo sentido es necesario revisar las posibles excepciones de impuestos, de forma de tener un sistema impositivo progresivo y justo, que permita al Estado brindar servicios adecuados a sus ciudadanos.

Tras el resultado de estas elecciones, el próximo gobierno tendrá el deber de liderar el proceso de recuperación y reconstrucción nacional. Pero esta es una tarea que nos involucra a todos y todas.