La semana pasada Estados Unidos sorprendió al mundo y anunció su cambio de posición, con respecto a la liberación de las patentes de las vacunas contra el COVID-19. El presidente de ese país, Joe Biden, dio a conocer que se unirían al grupo de países, miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que proponen una suspensión temporal de patentes y así lograr que un mayor número de países produzca la vacuna, y estas lleguen a todo el mundo en el menor tiempo posible. De esta forma, se podría controlar rápidamente esta pandemia para salvar millones de vidas en todo el mundo.
Lo que no fue una sorpresa fue la respuesta de los representantes de la industria farmacéutica. Al día siguiente del anuncio de Biden, el presidente de Pfizer, una de las principales empresas productoras de vacunas, se opuso a la medida junto con la Federación Internacional de la Industria Farmacéutica (IFPMA). Este cambio de posición les causa preocupación, debido a que Estados Unidos había sido un país aliado y principal vocero, acorde con sus intereses comerciales.
En este debate, el Perú no ha tomado ninguna posición. Ya son más de 120 países que se han unido a esta petición que es clave para el mundo. Las vacunas contra la COVID-19 son una de las herramientas más efectivas para controlar la epidemia, a condición de que todos los países las reciban oportunamente, pues la aparición de nuevas variantes amenazan con disminuir su efectividad, incluso hasta la obsolescencia. Si no nos vacunamos todos y todas, las vacunas pierden vigencia.
Esta posición a favor de la suspensión de las patentes para las vacunas, por parte de Estados Unidos, significa un importante paso para su aprobación en la OMC, donde las decisiones se toman por consenso.
Tanto la Defensoría del Pueblo, como el Colegio Médico del Perú están exigiendo al gobierno de Francisco Sagasti -y a su ministro de Salud, Óscar Ugarte- hacer pública la posición que nuestro país llevará a la OMC. Hasta el momento no hay anuncios concretos, solo comentarios de algunos representantes del Estado. Al presidente Sagasti se le escuchó decir en una entrevista que esta medida podría significar un gran paso para aumentar la producción de vacunas y que el Perú buscaría comprar la mayor cantidad vacunas. Sin embargo, esta declaración aún no se concreta en una posición definida y clara. El gobierno debe tener clara la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Van a poner por encima el derecho a la Salud? ¿o el derecho a hacer negocios?