Tras una década de reclamos, un equipo técnico multisectorial a cargo del Ministerio del Ambiente (MINAM) se hará presente en la instalaciones de la empresa minera de cobre Antapaccay, de la compañía Glencore. Su tarea será investigar la fuente de exposición de cadmio, arsénico y otros metales tóxicos que han contaminado los suelos y aguas de las comunidades que viven en área de influencia del proyecto.
Las comunidades vienen exigiendo desde el 2012 que se atiendan a las personas afectadas por dicha contaminación y se determine la fuente de la misma. La actividad minera se viene realizando durante 35 años y las operaciones han pasado por diversas razones sociales como BHP Billiton, Xtrata, y ahora Glencore, de capitales anglo-suizos. Hasta el momento la fuente contaminante no ha sido plenamente identificada, por lo que los dirigentes solicitan a las autoridades tomar cartas en el asunto ya que un informe del Ministerio de Salud (MINSA) del 2010 dio cuenta del registro de metales tóxicos un números superiores a los permisibles en algunos de los habitantes de la zona.
El trabajo del equipo técnico recolectará información en 91 puntos de las comunidades y elaborarán un informe detallado que de cuenta de la calidad del agua y los suelos de sus territorios. Con dicha información, se preparará un plan de reparaciones para los pueblos afectados. Según el Ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, los resultados debían tenerse para finales de abril o inicios de mayo, aunque hasta el momento no han sido hecho públicos.