Como parte de las actividades hacia la edición número 26 de Perumin, que fue postergada hasta septiembre del 2022, el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) ha organizado diversos eventos y conferencias de forma virtual. Durante esta semana se tiene programado el primero de estos eventos que lleva como título "Corredor Minero del Sur: Desafíos para el desarrollo de las regiones". Dicho evento contará con la participación de importantes empresas del sector como Southern Peru Copper Corporation, Minsur, y la Sociedad Minera Cerro Verde. Así mismo, el Ministerio de la Producción (PRODUCE) y el Ministerio del Ambiente (MINAM), confirmaron su participación como invitados para el día de la inauguración. Los organizadores esperan que estos eventos puedan reunir a las "comunidades, empresas, autoridades y academia" en la búsqueda de definir el "rol que cumple la minería frente a la crisis económica y social."
El reporte del Observatorio de Conflictos Mineros nos puede dar luces sobre el rol que ha venido cumpliendo la industria hasta el momento. En su última edición, publicada a fines del segundo semestre del año pasado, se tiene un recuento de la situación del sector, en especial desde que inició la pandemia. Lo más destacable es que la pandemia ha sido utilizada para continuar y profundizar la "carrera hasta el fondo" con respecto a las protecciones ambientales, de seguridad y salud ocupacional, y los procesos para adquirir e iniciar explotaciones mineras. Todo ello con el conocido argumento de facilitar la inversión y permitir la reactivación económica.
Desde el punto de vista ambiental, entre las modificaciones destacan el Decreto Legislativo (DL.) 1500, que reemplaza la participación ciudadana en los procesos ambientales vía medios virtuales, los que no están en acceso de la mayoría de los afectados; o elimina el requisito de presentar monitoreos de calidad ambiental o recoger información primaria para la gestión ambiental durante la emergencia sanitaria. Por su parte, el Decreto Supremo (DS.) 019-2020-EM permite que las empresas no estén obligadas a presentar un Estudio de Impacto Ambiental para cada proyecto en los casos que cuenten con proyectos asociados o vinculados en la misma zona, y permite el silencio administrativo positivo para la evaluación de las fichas técnicas ambientales (FTA). Otra normativa ha sido el DS. 020-2020-EM que flexibiliza los requisitos para la autorización de inicio y reinicio de actividades de explotación y otorgamiento de concesiones. Todas estas normas y flexibilizaciones se han dado con la continua presión de la CONFIEP y los representantes de los gremios empresariales.
Tampoco podemos dejar de lado los aspectos laborales. Mientras a la industria industria se le permite seguir trabajando y generando utilidades, los trabajadores y trabajadoras se enfrentan a condiciones más inhumanas que literalmente les está costando la vida. El mismo reporte da cuenta de como la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Sidelúrgicos del Perú (FNTMMSP) junto a CooperAcción lanzaron la campaña SOS Mineros para alertar de los contagios del COVID-19 en el sector minero. En el último mes, hemos reportado desde esta misma plataforma las protestas y huelgas llevadas a cabo por los sindicatos del sector, exigiendo sus derechos mínimos para garantizar su trabajo y no afectar la salud de ellos ni la de sus familias.
Nos queda la duda de si es que los organizadores de Perumin están escuchando los reclamos permanentes de su sector, o se harán nuevamente de oídos sordos. La situación es cada día más insostenible y sería positivo que retrocedieran en sus posiciones antes que la olla a presión que están generando explote y empiecen a organizar eventos para preguntarse que fue lo que pasó y como nadie pudo prever dicha situación antes.