Diversas inspecciones realizadas por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (SUNAFIL) y por las autoridades de salud han mostrado la precaria situación de los trabajadores y trabajadoras del sector agroexportador ante la epidemia por COVID19.
Una inspección realizada a fines de abril, por ejemplo, mostró que en Lambayeque un total de 33 empresas agroexportadoras no poseen un sistema de prevención ante la pandemia de la COVID -19, con la finalidad de que sus trabajadores no contraigan el virus durante sus labores.
Dicho sistema de prevención resulta imprescindible debido a que estas empresas se encuentran operando con un total de 19.420 trabajadores.Asimismo, los inspectores identificaron que 18.014 trabajadores fueron afectados ante el incumplimiento de sus propios Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo, de cada empresa.
Por otro lado, una inspección en Ica reveló que al menos 400 trabajadores de la empresa agrícola Corporación Agrolatina no contaban con elementos de seguridad tales como mascarillas y guantes. Además, el personal se encontraba hacinado.
El día 29 de abril se difundió un vídeo en redes sociales en el que se ve cómo son transportados trabajadores de Agroindustrias Pucalá, a los cañaverales, amontonados en un camión1 sin ningún tipo de seguridad ni menos aun respetar el distanciamiento social necesario.
Estos casos revelan que los trabajadores ven vulnerado su derecho a la salud. La actividad agroexportadora y agroindustrial expone potencialmente al contagio a sus trabajadores pues los traslada: con frecuencia diaria; en buses –o camiones– de 40 a 60 personas completamente repletos; los recogen en horas de la madrugada y los regresan, en algunos casos, aproximadamente a las 07:00 p.m.; y los alimentos los toman juntos en grupos de entre 50 a 100 personas.